La salud mental de los niños

Caídas, raspones, quejidos y consuelos: esto forma parte del día a día de un padre o una madre. Pero ¿qué decir del dolor invisible? Ese dolor que no podemos mejorar con un beso. Al igual que el médico a quien nos dirigimos en casos de fiebre y gripe, también existen médicos para ayudar a aliviar el dolor invisible.

Las enfermedades de salud mental en los niños son reales, comunes y tratables. Aunque uno de cada cinco niños tiene una enfermedad de salud mental diagnosticable, casi dos tercios de ellos reciben poca o ninguna ayuda.

Las enfermedades de salud mental no tratadas pueden debilitar la capacidad de un niño para prosperar en su casa, en la escuela y en la comunidad. Los niños con enfermedades de salud mental que no reciben tratamiento corren un mayor riesgo de tener problemas ahora y en el futuro, por ejemplo, problemas en la escuela (incluyendo abandonar los estudios), involucrarse con el sistema de justicia criminal, desempleo y suicidio.

Los padres y familiares suelen ser los primeros en percatarse de que un niño tiene problemas con sus emociones o comportamiento. Sus observaciones, junto con las de los maestros y otros cuidadores, pueden ayudar a determinar si usted debe buscar ayuda para su hijo.

Si bien es cierto que todos los niños tienen un problema ocasionalmente y podrían presentar una de las siguientes situaciones en cierta medida, estas señales podrían indicar la necesidad de ayuda profesional en casos donde hay más de una señal presente, o si un solo problema es persistente y/o interfiere con la escuela, los amigos o la vida en casa:

  • Bajo rendimiento escolar
  • Malas notas a pesar de hacer grandes esfuerzos
  • Constante preocupación o ansiedad
  • Se niega repetidamente a ir a la escuela o a participar en actividades normales
  • Hiperactividad o inquietud
  • Pesadillas persistentes
  • Desobediencia o agresividad persistentes
  • Arrebatos frecuentes de ira
  • Depresión, tristeza o irritabilidad

Aunque estos podrían parecer problemas individuales, podrían ser una indicación de algo mayor, especialmente si persisten. Una identificación temprana, diagnóstico y tratamiento pueden ayudar a los niños a alcanzar todo su potencial. Si sospecha que existe un problema, o si tiene preguntas, hable con el pediatra de su hijo o con un profesional de salud mental. Para más información, consulte los artículos de Crecer en los boletines de salud mental Depende de Nosotros que se citan a continuación.

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